jueves, 14 de julio de 2011

Venezuela llenó a la Copa de emoción con su empate

Foto: (EFE). El arquero venezolano, Vega, peinó un centro en el área y Perozo alcanzó a conectar el empate final
Por Eliana Cabezas

Desde que comenzó la Copa América como la “Cenicienta” demostró que no parará hasta  convertirse en princesa: Venezuela empató 3 a 3 con Paraguay en Salta, y puede quedarse como líder del Grupo B. Mientras que, el conjunto dirigido por Martino no jugó nada bien, pero igualmente se clasificó a los cuartos de final.

Aunque la ausencia de las grandes figuras venezolanas les indicaba a los guaraníes que tendrían una noche más que tranquila, esto no fue así ya que a los cinco minutos del primer tiempo Rondón fulminó a Villar con un derechazo al lado del palo.

El gol no sólo llenó de confianza a los de Farías, sino que también modificó completamente el panorama del seleccionado paraguayo, que necesitaba por lo menos un tanto para asegurarse el pasaje a la segunda ronda. A partir de ese momento, Paraguay fue en búsqueda del empate, lo que lo dejó mal parado en más de una oportunidad. Pese a las falencias defensivas que poseían, a los 33 consiguieron igualar el marcador de la mano de Altorín Alcaraz, que supo aprovechar la enorme cantidad de rebotes que dejaron los defensores venezolanos.

En el complemento todo fue diferente, el encuentro se torno más parejo. La albirroja cerró los espacios y se lució por medio de la pelota parada. A los 18 Haedo Valdez ganó en el juego aéreo y cabeceó de un modo fulminante, que terminó en rebote y posterior gol de Lucas Barrios.

Venezuela, que ya se hallaba clasificada, en ningún momento perdió la ambición e intentó revertir a toda costa el resultado. Pero, cuando menos lo esperaba, apareció el tercero tras un increíble centro de Aureliano Torres que Riveros supo interceptar a la perfección.

El final del partido se acercaba y la derrota del equipo caribeño estaba sentenciada. Sin embargo, el milagro y la emoción dieron el presente. A los 44 descontó Fedor y en tiempo cumplido llegó un gol que dejó a más de uno con la boca abierta: Farías mando a Vega a cabecear, el arquero ganó en altura y le sirvió la pelota a Perozo, que no desperdició la chance y estiró el hechizo, con el único propósito de obtener otra noche mágica.   

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